EL TRICICLO: UNA ACTIVIDAD TERAPÉUTICA
Montar un triciclo ofrece diversión y es una actividad terapéutica que permite a los niños trabajar sus extremidades inferiores a través de movimientos de ciclismo (flexión y extensión). Este rango de movimiento es crucial porque, a menos que se extiendan por completo, los músculos no son capaces de mantener el ritmo de crecimiento de los huesos. Las contracturas incapacitantes son una consecuencia de la inmovilidad.
Además de favorecer que los músculos y huesos crezcan al mismo ritmo, la bicicleta tiene el beneficio adicional de fortalecer el desarrollo del control motor. En un triciclo Rifton, el niño participa a la medida en que su capacidad lo permita. Con el tiempo, se mejora la fuerza de los cuádriceps, extensores de la cadera y los músculos del tobillo, así como una mejor estabilización del tronco y el equilibrio.
Los terapeutas pueden ponerse delante del niño, si utilizan la barra de dirección, proporcionando el contacto visual, el estímulo y la motivación. Con la práctica, la propia conciencia espacial mejorará para maniobrar el triciclo y obtendrá un aumento de la independencia.
En el ciclismo, las caderas, las rodillas, la activación muscular de tobillos y el control motor son patrones similares a caminar. Montar en triciclo ayuda a las extremidades inferiores del niño a moverse en un patrón recíproco y en una línea de progresión. Por tanto la oportunidad de montar en triciclo afectará positivamente al entrenamiento a la marcha. Cuando los niños crecen, es más difícil motivarlos para la rehabilitación. El uso del triciclo hace que la actividad terapéutica sea más divertida y valga la pena. Los paseos en bici alientan también a la socialización y el desarrollo de amistades, sobre todo cuando la inclusión permite a los niños con necesidades especiales a montar junto a sus compañeros.
«Todas estas razones deben ser suficientes para que los terapeutas tengan confianza y utilizar los triciclos en los niños que puedan involucrarse físicamente durante la jornada escolar. Triciclos y andadores proporcionan una buena práctica para las habilidades motoras que impactan positivamente en los músculos, las articulaciones y el control motor de la capacidad funcional del niño en el futuro.»